miércoles, 19 de enero de 2011

At first sight (II)

Nos tomamos el subte A hasta su casa. Entramos. Era un palacio. ¿Mencioné que no tengo nada de plata? Bueno, no la tengo, y ella, era la hija mayor del Director de la empresa Telecentro. Transcurrieron algunas horas hasta que logramos hablar; luego de varios meses me enteraría el motivo por el cual ella no podía cruzar una sola palabra conmigo: mi novia se lo había prohibido. Algo un poco demente. En un vaivén de palabras, tomó mi celular y me anotó su número de teléfono "este es mi número, ¿sabés?" me dijo, terminando la oración con una cálida sonrisa. Luego de aquello no hablé con ella durante toda la noche, pero algo me diría que su número quedaría grabado por siempre en mi memoria.


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