sábado, 5 de marzo de 2011

Es una noche más, llena de magia blanca (II)

"Abrime la puerta" le dije a quién estaba encargado de hacerlo allí, con los ojos sumamente rojos y una poca corriente de aire en mi nariz; "¿pasó algo?" me cuestionó, como si realmente fuese a interesarle lo que habia transcurrido o como si yo realmente tuviese ganas de contarle a un desconocido todo aquel maldito suceso. Salí a la calle, no habia un sólo alma, claramente, eran las 3 de la mañana del reciente sábado. Me puse en el medio de la calle para tomar el taxi que me llevaria a mi casa, con aquel chofer que miraba cada tanto de reojo por el espejo retrovisor con un poco de miedo. Llegué y tomé mi libro: "Por mi te podés ir bien a la verga. Dejá de arruinarme la vida. Es todo lo que no me atrevo a decirte" - escribí con una letra sumamente inlegible, y me quedé dormida con este en mis manos. Cuando desperté los rumores comenzaban a correr de un lado al otro, y algo de ellos era sumamente cierto: me habia violentado con ella. Los más exagerados relatan acerca de que le rompí la nariz o incluso la boca, dejandosela sangrando; otros, los menos exagerados, dicen que sólo le pegué un saque, nada por qué alarmarse demasiado. Y muchos de nosotros, no recordamos ni un poco de aquel episodio.










-seguimiento de "se fueron con septiembre, tus ganas de mi"