sábado, 5 de febrero de 2011

What's in love is now in debt.

Pocas personas saben con certeza lo que pasó aquel día, detrás de esa puerta, bajo ese techo, entre esas cuatro paredes. Aunque aseguro, muchos se lo imaginarán y tendrán una película del suceso (ficticio en sus mentes) de aquella noche. Toqué aquel familiar timbre de la casa con rejas verdes, ese sábado a las 10 p.m. Me recibió como nunca antes me había recibido; apenas la puerta se cerró, se me abalanzó cubriéndome de besos, como dos enamoradas, como una bienvenida hacia alguien que no viste durante tanto, tanto tiempo. Subimos las escaleras hasta llegar a su dormitorio, estábamos completamente solas, sólo ella, sólo yo; nadie más, ni nadie menos. Las luces se apagaron y como por efecto de inercia, mis manos comenzaron a recorrer todo su cuerpo, y mis labios ya yacían en los suyos.