viernes, 5 de marzo de 2010

Era Domingo 14 de Febrero. Sí, exactamente, El dia de los enamorados, o San Valentín, en una versión más yankee y comercial. Recuerdo haber tomado el colectivo 9:40 am dirigiendome hacia la casa de mi amiga, para hacer bombones del Día de San Valentín. Mientras la ayudaba me dijo "Sos tan útil, es un desperdicio que no tengas novia" le respondí con tan sólo una mirada. Tal vez fuese realmente útil, pero seguía sin tener novia, aunque amaba a alguien con locura.

Me preguntó si querría ir a buscarla a ella a la casa, (que tan sólo quedaba a seis cuadras de la de mi amiga) obviamente, mi primer respuesta fue no. Estábamos peleadas, y no me podría rebajar a ir a buscarla a su casa el Día de San Valentín "No se lo merece" -le dije-. Horas más tarde, estaba yo, yendo a buscarla a su casa con mi amiga y su novia. No tenía ni para comprarle una flor, ni siquiera para invitarla a comer, apenas tenía para volverme a mi casa en el colectivo. La novia de mi amiga me pagó una flor para que le regale. Mil pensamientos corrían por mi cabeza, y entre esos miles, ninguno positivo, obviamente. Cuando llegué a su casa, me encontré con que todos los pensamientos negativos se habrían esfumado. Fue el Día de San Valentín perfecto. Pero no se lo merecía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario